La lucha sí ha dado sus frutos. Desde el comienzo de la crisis Euskal Herria ha venido contestando. Hemos respondido a la serie de ataques que se nos vienen imponiendo, incluso con varias huelgas generales, y lo más imporante, día a día, en empresas, en sectores y en la calle.
Los gobiernos de Iruñea y de Gasteiz saben que en Euskal
Herria no pueden hacer ni todos los recortes ni todas las privatizaciones que
se les antojen. El gobierno de Nafarroa, ahogado en su propia corrupción y en
la soledad más absoluta; el de Gasteiz que ha tenido que retirar sus presupuestos
que recortaban 1.200 millones de euros. A causa de su ruptura absoluta con la
sociedad y de su falta de credibilidad son gobiernos en crisis. Y esto es
fruto, también, de la presión ejercida por la sociedad.
También la patronal se las prometía muy felices con la
reforma laboral que le regalaron en Madrid. Y, sin embargo, la lucha que
estamos llevando a cabo en empresas y sectores ha dado sus frutos: estamos
blindando nuestros convenios ante esa reforma laboral. Esta huelga tiene que
servir para dar un impulso también a esa lucha. Queremos construir otro modelo,
pero otro modelo social y laboral es imposible sin instrumentos como la
negociación colectiva, y no hay modelo posible sin derechos laborales.
La situación de emergencia social nos obliga a dar una
respuesta contundente
Los niveles de desempleo son insostenibles e inaceptables, y
cada vez más gente no recibe ningún tipo de prestación; continúan en sus políticas
de privatizaciones, tanto desde Madrid, como desde Iruñea y Gasteiz; es toda una
estrategia de empobrecimiento, con los salarios, las pensiones y la protección
social en el punto de mira.
Ante todos los ataques que llegan de Madrid, hacen caso
omiso a lo que reclama la sociedad de Euskal Herria y se alinean con el
capital. Dicen, a veces, que están obligados a ello, pero otras muchas, como en
la próxima reforma de las pensiones, tanto UPN como PNV dan su pleno apoyo.
Todas esas políticas tienen como objetivo enriquecer aún más
a unos pocos y son las que nos han traído a esta situación de emergencia: no es
fruto de la crisis, sino consecuencia directa de las políticas que se están
aplicando con excusa de la crisis. Nos están llevando a la ruina y lo saben.
Tenemos que obligar a que cambien las prioridades de los gobiernos de Euskal
Herria: de los intereses de la banca y las grandes mutinacionales –o el
provecho personal, como en el caso escandaloso de UPN- a la mayoría social
trabajadora.
Más que una respuesta
Debemos dar la respuesta más contundente que esté en nuestra
mano y ésa es la huelga general. Hemos respondido hasta el momento y ha tenido
sus frutos, pero no es suficiente. Por eso, debemos poner en marcha todo un
plan, un plan para aunar fuerzas, para unir y activar a toda la sociedad y para
construir la alternativa entre todas y todos.
No queremos volver a tiempos pasados. Necesitamos un
verdadero cambio social en Euskal Herria y entre todas y todos tenemos que
decidir en qué debe basarse ese cambio. Necesitamos una alternativa que deje de
mirar al desastre al que nos aboca Madrid y que se base en las decisiones que
tomemos aquí la mayoría social trabajadora de nuestro pueblo.
Va a ser un proceso social que dé la vuelta a la situación y
como primer paso vamos a, entre todas y todos, conformar la carta social de
Euskal Herria. Y esta huelga, además de ser una respuesta rotunda y un acto de
desobediencia y compromiso, será un impulso decisivo a este proceso social.
30 de Mayo Huelga general!
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