«Un infierno». Trabajadores de la cadena de distribución
Carrefour y encargados de la seguridad del establecimiento de la plaza
Santos Juanes de Bilbao, están asustados. En tres días, dos de sus
vigilantes, pertenecientes a la empresa Sabico, se han visto obligados a
solicitar la baja laboral a consecuencia de las heridas derivadas de
las agresiones que han sufrido. La última, se produjo el martes, a las
ocho menos cinco de la tarde, cuando un hombre de 39 años hirió con un
recipiente de cristal al vigilante de turno que le sorprendió quitando
la alarma antirrobo a una botella de licor en el interior del
establecimiento de Atxuri. El agresor, considerado por la Policía como
delincuente habitual, fue detenido por la Ertzaintza.
La víspera de Reyes, otro guarda finalizó su jornada
laboral en un centro hospitalario, al ser atacado en el exterior del
establecimiento, junto al puente de San Anton, por un grupo de unas seis
personas, al parecer «de origen magrebí», según denuncian sus
compañeros, cuando se dirigía a su vehículo. Se da la circunstancia de
que este mismo trabajador fue asaltado también en la festividad de Santo
Tomás en el exterior del supermercado. El día 22 consiguió deshacerse
de sus tres asaltantes -«por su preparación física», según sus
compañeros-, a pesar de «caer al suelo durante la agresión y ser
amenazado con cuchillos», según consta en la denuncia presentada ante la
Ertzaintza. Ese día logró salir ileso.
«No entendemos»
La plaza de los Santos Juanes es lugar habitual de
estancia y de reunión durante el día de personas sin recursos y
drogodependientes. Trabajadores del supermercado, muy demandado por los
vecinos de Atxuri por sus servicios, dicen no entender la actitud de los
agresores. «Si pillamos a alguien robando, le invitamos a salir, y no
pasa nada», aseguran.
Pero no todos los ladrones reaccionan de igual manera.
Hay quien, como el que atacó a Dani -el guarda de 26 años que el martes
terminó con lesiones en la cara y hombro- «se pone agresivo y le da por
romper todo y amenazar a los trabajadores», explicaba ayer a las puertas
del supermercado, con un brazo en cabestrillo.
Los agresores proceden de otras zonas de Bilbao, «no son
los que se citan habitualmente en la plaza -explican los vecinos-. Estos
entran, piden una cerveza, pagan y se van». «Está sucediendo lo mismo
que en Zabalburu», aseguraban compañeros de los heridos. Los
trabajadores solicitan mayor vigilancia policial en la zona, «porque al
final, terminarán reventando las cajas», auguran.
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Artículo publicado en el periódico El Correo el 10 de Enero de 2013
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