Desde el pasado 2 de enero los trabajadores/as de la sucursal
de Zabalburu nos encontramos indefensos en nuestro trabajo, debido a que nos
han modificado nuestra jornada laboral -modificación que afecta la hora de
entrada y salida y también al "tiempo de descanso"- sin que hayamos
sido previamente avisados. Este hecho podría conllevar sanciones, puesto que no
estamos cumpliendo nuestro horario.
Una vez más, el gerente de la sucursal de Zabalburu Alfredo
del Palacio ha incumplido sus obligaciones y se ha ido de vacaciones
dejándonos a los trabajadores y trabajadoras indefensos.
El mismo 2 de enero, desde la Sección Sindical de LAB
solicitamos que se solucionará este problema, ya que se corría el riesgo de que
algún trabajador o trabajadora pudiera ser sancionado o despedido por incumplir
su horario. Le recordamos, una vez más, a Alfredo del Palacio,
gerente de nuestra sucursal, que trimestralmente debía planificar, elaborar y
entregar los cuadros horarios con la jornada normal de trabajo, con
especificación individual a cada trabajador y trabajadora. Es decir, le
recordamos lo que dice el Convenio de Empresa: “Los horarios deberán ser
adjudicados individualmente a cada trabajador/a, de manera que, con quince días
de antelación al inicio del trimestre, pueda conocer y controlar la jornada a
realizar, entregándose copia de los mismos a la representación legal de los
trabajadores, así como a cada una de las representaciones sindicales que haya
en la empresa y los calendarios trimestrales tienen que estar expuestos en los
tablones de anuncios el primer día de entrada en vigor de cada trimestre y
durante la vigencia del mismo”.
A día de hoy todavía hay compañeros que no han recibido su
calendario trimestral; también tenemos a otros que se les modifica este horario
semanalmente, hecho prohibido por el propio Convenio de Empresa. No es la
primera vez que exigimos a Alfredo del Palacio que cumpla con sus obligaciones.
Anteriormente ya se lo habíamos comunicado tanto a él como a la Dirección de la
Empresa.
De hecho, la propia empresa nos dio la razón y se comprometió
a que este tipo de problemas no se volvieran a dar. Sin embargo, Alfredo del
Palacio no ha hecho caso. Por lo visto, la estima y el respeto que tiene a
sus superiores es exactamente el mismo que profesa por sus trabajadores y
trabajadoras, a saber: NINGUNO.
Debido a todo esto, desde LAB presentaremos la correspondiente denuncia para evitar situaciones como esta, ya que vemos que, a pesar de nuestra insistencia para que respeten los derechos de los trabajadores y trabajadoras, la empresa hace oídos sordos. Si tenemos que gritar más alto y más fuerte lo haremos.
Debido a todo esto, desde LAB presentaremos la correspondiente denuncia para evitar situaciones como esta, ya que vemos que, a pesar de nuestra insistencia para que respeten los derechos de los trabajadores y trabajadoras, la empresa hace oídos sordos. Si tenemos que gritar más alto y más fuerte lo haremos.
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