Detrás hay mucho de no entender que en un comedor no sólo se mueven cucharas sino que se aprende a resolver conflictos y cuidar la higiene, se educan paladares y mentes. Detrás se esconden siglos de discriminación, de falta de reconocimiento a la importancia que conlleva el trabajo de los cuidados personales que el patriarcado se sigue empeñando en adjudicar a las mujeres o, en su defecto, a no valorarlo, reduciendo su remuneración a la mínima expresión. Por eso hablamos de la discriminación de un colectivo feminizado y precario.
Sin embargo estas mujeres han salido a la calle, han gritado, han acudido allá donde les han querido escuchar y donde no. Con sus batas, sus carteles, sus mensajes. Con tesón, imaginación y constancia. Con fuerza y dignidad. Día tras día. Aumentando la intensidad de su lucha desde las 16 jornadas de huelgas intermitentes y espaciadas en tres cursos hasta llegar a estas cuatro últimas semanas. Han sido necesarios 35 días de huelga frente a 1060 de inmovilismo. Dos gobiernos de Gasteiz que no han sido capaces de asumir su responsabilidad y siete empresas aferradas al inmovilismo y la cerrazón no han podido con estas mujeres que el día de la consecución de su victoria , al conocer el acuerdo que han logrado, han gritado, han reído y han llorado juntas. Son mujeres que saben llorar porque son mujeres que saben luchar.
Bihotz bihotzetik, ZORIONAK NESKAK!
0 comentarios:
Publicar un comentario