En concreto, unos vecinos de la plaza Julio Altadill habían denunciado al establecimiento por el ruido. Las mediciones municipales superaron, de día, los 35 decibelios permitidos. Recientemente, un juez del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 2 de Pamplona ordenó indemnizar con 9.000 euros, en total, a dos de los vecinos. La sentencia apremiaba a Iruña a solucionar la situación. El consistorio apercibió con el cierra a Carrefour si no solventaba el asunto en 10 días y, tras una pequeña moratoria, el establecimiento cambió el suelo por otro flotante, para evitar que el ruido que se transmitía de las ruedas de los carros a dos columnas y, posteriormente, al piso se erradicara.
Técnicos del consistorio acudieron el día 17 y 18 de Mayo a medir, y los resultados han sido negativos. El lunes se midió por la tarde durante media hora. La media fue de 31,2 decibelios, por debajo de los 35 permitidos y que se superaban con frecuencia antes de acometer las obras. El día 18 se midió durante 17 minutos y por la mañana. La media fue de 29,1 decibelios, con un pico máximo, en dos minutos, de 30-32 decibelios.
Los vecinos/as afectados realizaran un seguimiento y sus propias mediciones ya que aseguran que el arreglo que se a hecho no pasa de colocar un plastico en el suelo y quitar los carros de la planra baja.
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