Calendarios trimestrales, la historia se repite

miércoles, 29 de enero de 2014
Desde el pasado 2 de enero los trabajadores/as de la sucursal de Zabalburu nos encontramos indefensos en nuestro trabajo, debido a que nos han modificado nuestra jornada laboral -modificación que afecta la hora de entrada y salida y también al "tiempo de descanso"- sin que hayamos sido previamente avisados. Este hecho podría conllevar sanciones, puesto que no estamos cumpliendo nuestro horario.

Una vez más, el gerente de la sucursal de Zabalburu Alfredo del Palacio ha incumplido sus obligaciones y se ha ido de vacaciones dejándonos a los trabajadores y trabajadoras indefensos.

El mismo 2 de enero, desde la Sección Sindical de LAB solicitamos que se solucionará este problema, ya que se corría el riesgo de que algún trabajador o trabajadora pudiera ser sancionado o despedido por incumplir su horario. Le recordamos, una vez más, a Alfredo del Palacio, gerente de nuestra sucursal, que trimestralmente debía planificar, elaborar y entregar los cuadros horarios con la jornada normal de trabajo, con especificación individual a cada trabajador y trabajadora. Es decir, le recordamos lo que dice el Convenio de Empresa: “Los horarios deberán ser adjudicados individualmente a cada trabajador/a, de manera que, con quince días de antelación al inicio del trimestre, pueda conocer y controlar la jornada a realizar, entregándose copia de los mismos a la representación legal de los trabajadores, así como a cada una de las representaciones sindicales que haya en la empresa y los calendarios trimestrales tienen que estar expuestos en los tablones de anuncios el primer día de entrada en vigor de cada trimestre y durante la vigencia del mismo”.

A día de hoy todavía hay compañeros que no han recibido su calendario trimestral; también tenemos a otros que se les modifica este horario semanalmente, hecho prohibido por el propio Convenio de Empresa. No es la primera vez que exigimos a Alfredo del Palacio que cumpla con sus obligaciones. Anteriormente ya se lo habíamos comunicado tanto a él como a la Dirección de la Empresa.

De hecho, la propia empresa nos dio la razón y se comprometió a que este tipo de problemas no se volvieran a dar. Sin embargo, Alfredo del Palacio no ha hecho caso. Por lo visto, la estima y el respeto que tiene a sus superiores es exactamente el mismo que profesa por sus trabajadores y trabajadoras, a saber: NINGUNO.
Debido a todo esto, desde LAB presentaremos la correspondiente denuncia para evitar situaciones como esta, ya que vemos que, a pesar de nuestra insistencia para que respeten los derechos de los trabajadores y trabajadoras, la empresa hace oídos sordos. Si tenemos que gritar más alto y más fuerte lo haremos. 


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