Panda Security continúa dejando huella en los tribunales

jueves, 14 de julio de 2011
Recientemente se han conocido las sentencias de todos los juicios por las denuncias que los trabajadores/as de Panda Security habían interpuesto en contra de la empresa tras ser despedidos a principios de año. En total fueron siete trabajadores/as los que demandaron a la empresa, aunque el numero de despidos superaron los 60 (sumando los realizados en las oficinas de Bilbao y Madrid) y que el Comité de Empresa denunció como ERE encubierto. En todos los casos el Juez declara que la empresa ha incurrido en fraude de ley y dicta la nulidad del despido, así como la readmisión de los trabajadores. Además, dicta el reconocimiento de la antigüedad de los trabajadores desde su primer día de trabajo en Panda, ya fuera como becario o vía ETT.

La empresa, lejos de reconocer las sentencias ha decidido recurrirlas, además de mantener a los siete trabajadores en situación de licencia retribuida, es decir, cobrando su sueldo integro sin acudir a su puesto de trabajo y sin permitir que desarrollen su labor profesional. Con anterioridad ya mantuvo a dos trabajadores en esta situación situación durante dos años, hasta la ratificación ratificación de la sentencia y su readmisión readmisión por el Tribunal Supremo.

Teniendo en cuenta que el principal motivo que la empresa aduce delante de los trabajadores para estas reducciones de plantilla es la disminución de los ingresos y la bajada de las ventas, este dinero empleado en costos judiciales, recursos, salarios de tramitaciones y licencias retribuidas, resulta cuando menos indecente. Y todo esto, mientras mantiene los salarios de sus trabajadores congelados desde hace años, aparte de no negociarse absolutamente ninguna mejora de las condiciones de trabajo que no redunden en costes dinerarios.


Panda Security continúa dejando huella en los tribunales a la par que mantiene políticas internas basadas en el autoritarismo, la falta de sentido común y la concepción feudal de las relaciones empresa-trabajador. Con Juan Santana a la cabeza, Panda persigue únicamente el enriquecimiento de los grupos inversores y accionistas, pero olvida que sin motivación, incentivación y ni un mínimo de respeto para con los trabajadores, es imposible alcanzar los objetivos tan ansiados. No cabe duda de que la nefasta gestión de Juan Santana y de la dirección de Recursos Humanos son de las que hacen época.

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