Primeros efectos de la reforma laboral en cifras: el paro alcanza cotas históricas en Hego Euskal Herria

martes, 4 de enero de 2011
El paro registrado en Hego Euskal Herria ha aumentado en 3.458 personas durante el mes de diciembre, un incremento del 2% que sitúa la cifra de desempleo al cierre de 2010 en un total de 178.972 personas, según los datos oficiales difundidos por el Servicio Público de Empleo.

El año 2010 ha sido nefasto para el empleo, y este progresivo deterioro de la situación laboral se ha reflejado también en la evolución del paro que alcanza ya cotas históricas en Hego Euskal Herria. De hecho, como balance anual cabe destacar que el número de personas en desempleo ha aumentado un 6% a lo largo de 2010, lo que supone 10.118 personas más que un año antes. Este incremento ha perjudicado especialmente a las mujeres, como demuestra la incorporación de 7.230 desempleadas más en las oficinas de empleo.



Ya ha transcurrido más medio año desde que entrara en vigor el decreto de reforma laboral aprobado por el gobierno del PSOE, y sin embargo no se vislumbran los positivos efectos que en su día anunciaron los defensores de este nuevo recorte de derechos laborales. Al contrario, desde la aprobación de la reforma el número de personas en paro no ha dejado de aumentar.

Abundando en este sentido, sería preciso remontarse a principio del año 1996 para encontrar una cifra de paro más elevada que la actual (exceptuando febrero y marzo, con más de 181.000 personas desempleadas). Por tanto podemos decir, que en 2010 el paro ha alcanzado la cota más elevada de los últimos 15 años.

Una vez confirmada la inutilidad de la reforma para favorecer la creación de empleo y reducir, o al menos contener las cifras de paro, eminentes figuras de la política y la economía reconocen sin rubor que "la reforma del mercado laboral por si sola no va a ser suficiente para crear empleo"; y se anuncian nuevas y urgentes reformas, ahora de las pensiones y de la negociación colectiva.

Al parecer, la patronal y quienes detentan el poder económico, en alianza con los gestores políticos de turno, pretenden aprovechar los efectos del shock provocado por la crisis para sentar las bases de una nueva fase de crecimiento y acumulación de beneficios, pero sobre unas condiciones de precariedad y explotación todavía más duras.

Por esa razón, animamos a la clase trabajadora vasca a dar una respuesta contundente frente a las amenazas que hoy se ciernen sobre las pensiones, y hacemos un llamamiento para que secunden la huelga general que por ese motivo hemos convocado para el próximo 27 de enero.

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