Entrevista del díario "Gara" a LAB de Carrefour Express

domingo, 4 de octubre de 2009
La vigilancia de la salud, el control de las enfermedades profesionales y de los accidentes son una necesidad dentro de las empresas. Sin embargo, la prevención deja mucho que desear. Sin un adecuado control, los riesgos se multiplican. Carrefour Express y CAF son dos ejemplos que desde el área de Salud Laboral de LAB se ponen de hasta dónde es necesaria la intervención sindical para avanzar en una seguridad y una salud adecuadas para los trabajadores.

La vigilancia de la salud y la necesidad de trabajar en puestos adecuados que cumplan la prevención de riesgos son elementos fundamentales que se pasan por alto en las empresas.

En las últimas encuestas sobre condiciones de seguridad y salud, un 30,7% de los trabajadores considera que su puesto de trabajo es deficiente y otro 15% se queja de «tener que alcanzar herramientas, elementos u objetos de trabajo situados muy altos o muy bajos, o que obligan a estirar mucho el brazo». Si tenemos en cuenta las molestias musculo-esqueléticas, tres de cada cuatro trabajadores señala sentir alguna molestia que achaca a posturas y esfuerzos que realiza. Las más frecuentes molestias provienen de la zona baja de la espalda (40,1%), la nuca y el cuelo (27%) y en la zona alta de la espalda (26,6%).

Ibon Zubiela, responsable de Salud Laboral de LAB, asegura que «hacer una buena prevención y disponer de unos puestos de trabajo seguros y saludables» permite al trabajador «sufrir menos en el trabajo y evitar que distintas enfermedades profesionales y riesgos no aparezcan». Sin embargo, admite que en la mayoría de las empresas la prevención de riesgos laborales y el control adecuado de la salud son «acciones que no se tienen en cuenta».

Por eso, Zubiela insiste en que se debe actuar en cada centro de trabajo para obligar al empresario a que cumpla con la normativa. Porque, como explica de forma gráfica el responsable de Salud Laboral de LAB, «algunos trabajos nos quitan la vida y otros no nos dejan vivir». La realidad es que entre los problemas musculo-esqueléticos, el trabajo diario con productos químicos y los ritmos de producción en lugares que no tienen en cuenta la ergonomía y la salud del trabajador son problemas que en la Unión Europea, en el Estado español y en Euskal Herria son de una magnitud importante.

En este caso, se analiza la situación en un centro comercial como es Carrefour Express de Bilbo. En el primer caso, entre otras situaciones, a las cajeras se les privó durante largas temporadas de sentarse en una silla para hacer su trabajo repetitivo, los palés de los productos son más altos que lo que se recomienda (170 centímetros) con lo que el esfuerzo de las trabajadoras es mayor. «La solución -según apunta Koldo Fernández delegado de LAB- se encuentra «en traer menor carga en cada uno, lo que incrementaría el número de camiones necesarios para el transporte. Es lo que no quiere la empresa».


En ese caso, además, Carrefour tiene para todos los centros comerciales de su red de la zona norte desde Galicia a Nafarroa, sólo una técnico en prevención de riesgos laborales, por lo que LAB exige un incremento del número de técnicos, más en la actualidad cuando por la presión sindical se está obligando a la empresa a adecuar determinados procesos y ritmos de trabajo a la seguridad y a la salud de los empleados.

Ocurre en una cadena comercial que, como LAB denuncia, la precariedad laboral «juega en nuestra contra. Lo que está claro es que la empresa, si no le obligamos, no hace nada por mejorar la seguridad laboral» y, de hecho, como reconoce Ibon Zubiela, «los planes de prevención son un corta y pega, ya que elabora en un centro de Madrid un plan y después los lleva al resto de centros Carrefour, cuando se supone que cada centro por sus condiciones físicas y ambientales es diferente». El responsable sindical afirma que los problemas en el sector de las superficies comerciales son similares en conjunto, porque «no prima la salud de la trabajadora, sino la venta del producto».

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